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sábado, 18 de noviembre de 2023

Francisco Franco Martínez Bordiú inmortalizado en el Homenaje al Maestro

 

El monumento Al Maestro, que se encuentra en el parque del Oeste, fue una iniciativa de 1943 de un grupo de profesores de Geografía, que hasta 1965 no se materializó (el diario ABC le dedicó una página a su inauguración). Representa a un maestro con una mano posada sobre un niño mientras que alza la otra «explicando la lección». Lo que yo no conocía era que Francisco Franco Martínez Bordiú*, nieto del general Franco, había posado como modelo para la figura infantil.

 No deja de sorprenderme que uno de los colectivos más represaliados tras el golpe de estado de 1936 fuera homenajeado de esa manera tras la guerra civil. Durante los primeros días el ensañamiento de los sublevados con los maestros republicanos fue de tal magnitud que, en muchos casos, la primera acción de los falangistas y requetés al llegar a los pueblos era fusilarlos. Cientos de ellos fueron asesinados y a más de seis mil se les impidió continuar ejerciendo su profesión. La purga de los maestros de escuela primaria, como la de otros grupos profesionales, fue un instrumento de la represión política organizada y planificada para establecer, conservar y legitimar el «nuevo orden» sociopolítico que se implanta después la victoria militar de Franco.


La escultura sigue la forma tradicional de representar al maestro de forma patriarcal, pero en internet he encontrado otra que me parece más adecuada a los tiempos modernos y que guarda las debidas distancias. La obra se localiza en pleno casco histórico de Palencia, en la plaza de la Inmaculada, justamente enfrente de una de las portadas de la Catedral. Fue realizada por Rafael Cordero en el 2003.


Monumento al Maestro en Palencia 


El escultor, docente de profesión, hablaba así de su obra en la inauguración de la misma:

" Desde el principio pensé en el maestro como agente transmisor de la cultura en aquellas viejas escuelas, las de toda la vida. He querido representar al que yo conocí, una figura entrañable de alguien que luchó mucho por llegar a ese puesto, no muy bien retribuido.

Quería reflejar el mecanismo que une al que sabe con el que no sabe, pero en el momento más distendido de esa relación, cuando el maestro al finalizar las clases nos leía un libro. Por eso he hecho dos figuras: la del viejo maestro y la de la alumna que le escucha.

La verdad es que ser profesor de enseñanzas medias y trabajar con maestros me empujó un poco a participar en el concurso porque es un mundo que yo conozco”.


 *Un primo mío dio clases de Farmacología al nietísimo en la Facultad de Medicina de la Autónoma. No aprobaba y comentaba que el escolta que le acompañaba parecía estar más interesado que él en aprender. 


domingo, 29 de octubre de 2023

Diario del instituto, Había del verbo a ver


Ánjel (o Ángel) María Fernández es un profesor que escribe y un escritor que enseña en institutos de secundaria. En Había del verbo a ver cuenta, con pesar, humor y tremenda honestidad, el día a día en las aulas, su particular trato con los alumnos y con el oficio docente. Jornada a jornada, desmenuza las distintas complicaciones a las que se enfrenta y los desvelos íntimos y contradicciones que la profesión y el contacto con los adolescentes le provocan no solo dentro, sino también fuera del centro escolar.

Hay en este relato cotidiano violentas discusiones con alumnos, conflictos a veces irresolubles, desencuentros, expulsiones, pero también conversaciones entrañables y disparatadas, diálogos intensos y muy divertidos, bromas, expresiones de cariño, amor y odio por un oficio y por todas las personas que lo conforman.

En una entrevista que le hacen en El Mundo leo que, quemado, ha abandonado la docencia después de una década dando clase. 

Los problemas en los centros públicos de zonas marginadas siguen aumentando. Leo en El País (Los alumnos disruptivos, la pesadilla de muchos profesores: “Dar clase se convirtió en un infierno”)Los docentes ven imprescindible fijar límites claros y más recursos personales para atajar unos comportamientos que lastran el aprendizaje. 


lunes, 21 de junio de 2021

In memoriam, Antonio Ramos Gómez (1953-2019)

 Leído este fin de semana en Facebook 


Siento comunicar el fallecimiento de nuestro compañero Antonio Ramos, quien fue profesor de Lengua y Literatura de la Uni y jubilado hace un par de años. Muchos de vosotros ya lo sabréis, porque hace unos días que sucedió.

Fue un hombre de carácter fuerte, de personalidad complicada, pero un grandísimo profesional, un profesor de garra, entregado con pasión al ejercicio de la docencia. Erudito, sabio y poseedor de una prosa afilada y mordaz muchas veces, tierna y nostálgica otras...

Cuando iniciamos la publicación de nuestro "Eco de La Uni" escribió una serie de artículos haciéndose pasar por un alumno, Benito García, "el Beni", a ver si cundía el ejemplo y los chicos y chicas se animaban a colaborar. Esa idea le gustó y, tirando de ella, escribió un librito delicioso, "La columna del Beni", que debería ser lectura obligatoria para todos los alumnos de la Uni.

Lo recordaré siempre con afecto, como un colaborador incondicional durante mis años de coordinador de las actividades extraescolares, corrigiendo los textos de la revista y aportando siempre sus ideas y sus artículos.

Os dejo como recuerdo y homenaje esta fotografía: sus exalumnos seguro que recuerdan las pizarras llenas de esas frases suyas, tan elegantemente deconstruídas.

Descansa en paz.

Estudió Lingüística en la Complutense (1973-76) 

lunes, 23 de noviembre de 2020

Caravana Naranja/Marea Verde

La manifestación en coche contra la ley Celaá llena las calles de MADRID: Defienden la libertad de elección.                                                                                                                                        (22/11/2020) Miles de manifestantes han salido a las calles desde las 11:00, con Madrid como punto neurálgico de las protestas, al inundar el paseo de la Castellana con más de 5.000 coches.
 

¿Sabrías diferenciar a simple vista las dos fotos? Una manifestación defiende sus privilegios y la otra la equidad educativa y la justicia social. 

David Trueba, La buena educación en El País: En lugar de dedicarnos a glosar los errores que cometemos por ser como somos, quizá sería bueno analizar qué nos ha llevado a ser así.

miércoles, 2 de septiembre de 2020

Las colas del profesorado en Madrid: las imágenes del caos






Los medios de comunicación venían hoy cargados de imágenes sobre el trato (maltrato) que da la Comunidad de Madrid al profesorado en el inicio del próximo curso.
https://www.nuevatribuna.es/articulo/actualidad/covid19-madrid-test-serologicos-colas-profesorado-largas-colas-caos-organizativo/20200902155948178769.html

jueves, 4 de junio de 2020

Ceci n´est pas une école (que no te engañen)


Imagen que circula por las redes sociales



Que no te engañen. El ordenador no representa a la escuela.
 Como el cuadro de René Magritte (1928), precursor del arte conceptual, que niega lo evidente. Es la representación de una pipa, pero no es una pipa porque no puede rellenarse ni fumar en ella, solo la simula. 
Cuestiona la realidad, la representación y el lenguaje.


jueves, 5 de septiembre de 2019

La vuelta al cole


Un recuerdo a todos los profesores que comienzan el nuevo curso, sois mis héroes. Ayer recibí un correo de una profesora mayor de 55 años contándome su jornada semanal: 20 horas de clase, 3 grupos de 1º, 3 grupos de 2º, 2 grupos de 3º, 1 grupo de 4º y un primero de Bachillerato, más poner en marcha la biblioteca. ¿Alguien da más? La foto de esta niña inglesa, antes y después de clase, refleja muy bien las jornadas agotadoras para profesores y alumnos. Mucho ánimo.


lunes, 19 de marzo de 2018

Cuadros Docentes en twiter

 Muy buena idea la de relacionar cuadros famosos con la vida diaria de los profesores. He escogido unos pocos como muestra, pinchad aquí para ver más.
La noche de antes de la evaluación corrigiendo la última redacción.
-Hay unos padres que quieren verte.
" Maestro programando por competencias"
De verdad, que sólo nos queda un trimestre y acabamos el curso.
La clase de 1 de la ESO un viernes a sexta hora

Cuando estás de guardia en la sala de profesores y te avisan de que hay que subir a "ese segundo"

Los pasillos de mi insti en cada cambio de clas

-¡Profe, pero si yo no estaba hablando!
Después de la quinta sesión de evaluación

“Vamos a mover las mesas despacio y sin hacer ruido”
P.D. Casualidad, El 21 de marzo en el diario EL Público viene desarrollada la noticia:
"El día a día de los profesores explicado de forma magistral con cuadros clásicos".










viernes, 2 de marzo de 2018

Javier Esperanza Casado, profesor

Del olvido he rescatado la clarificadora entrevista que hicimos en 2006 sobre la situación de la enseñanza en Madrid para El País de los Estudiantes a Javier Esperanza Casado, profesor de Biología y experto en temas de educación. Tiene un blog sobre la naturaleza y su consevación: El rincón de Javierre. Fue compañero en el Hogar del Empleado y nuestra amistad dura ya más de treinta años. 
Para agrandar la imagen, pinchar en ella. 


miércoles, 24 de enero de 2018

Agustín Moreno, la despedida de un profesor



“Homines, dum docent, discunt”
(“Los hombres aprenden mientras enseñan”)
Séneca

Multitudinaria despedida en su jubilación la de este sindicalista y profesor del que he recogido en este blog algunos de sus escritos, caracterizados siempre por su equilibrio y por no caer nunca en el desánimo. Yo tuve la suerte de compartir instituto con su mujer, Pilar. A los dos los encontré por casualidad en un restaurante de Agadir (Marruecos) en febrero del 2015.

sábado, 17 de junio de 2017

Institutos peores que cárceles

En el paseo por los periódicos de toda índole que me doy todas las mañanas, me he encontrado con este reportaje: Esta profesora no entra en una cárcel, sino en un instituto: un día con los valientes que enseñan en las Tres Mil Viviendas sobre el IES Domínguez Ortiz de Sevilla. Un centro de los llamados de educación compensatoria o de difícil desempeño, por la situación de marginalidad que lo rodea, por tener alumnado en situación de desventaja social o procedente de minorías étnicas (el 96% del alumnado es calé). Sin querer, me he acordado del instituto de infausto nombre de Carabanchel en el que estuve dos años. La única diferencia es que los profesores que están en el Domínguez Ortiz lo hacen de forma voluntaria y participan en bolsas específicas para acceder a este tipo de plazas. Hay que ser muy valiente para dar clases en esas condiciones. Quien lo probó lo sabe.  
"La bandera del pueblo gitano ondea junto a la española, la andaluza, la europea y la sevillana sobre la entrada. Desde dentro se ve el exterior a través de unas ventanas con barrotes gruesos. Todo tiene un aspecto carcelario, a pesar de los murales multicolor hechos con cartulinas: puertas de acero con pequeñas ventanas con cristales rotos, vigilancia intensiva en los pasillos, cámaras de seguridad en las esquinas, patadas y puñetazos marcados en las puertezuelas de los despachos. Suenan portazos metálicos. Y gritos, muchos gritos".
Guetos en el instituto http://www.elmundo.es/sociedad/2017/09/06/59afe657268e3e3c018b4769.html

Combatiendo el calor en las aulas con abanicos de papel


Totalmente de acuerdo con la carta de la profesora de secundaria Raquel Romero al consejero de Sanidad de la CAM por sus estrambóticas recomendaciones:


Resultado de imagen de youtube combatiendo el calor en las aulas con abanicos de papel"Mis alumnos de Secundaria se enfrentan a jornadas escolares similares al horario laboral de muchos adultos (siete horas en el instituto donde trabajo) y lo hacen en grupos de 33 y encerrados en aulas demasiado pequeñas sin toldos, ventiladores ni aire acondicionado, en edificios en muchos casos pésimamente orientados y peor aislados donde pega el sol toda la mañana. Su escasa media hora de recreo la pasan en patios y canchas donde las zonas de sombra son una anécdota, si es que tienen la suerte de haya alguna.
Querría pensar que cuando un consejero de Sanidad no asesora al Consejero de Educación ni le insta a tomar medidas efectivas contra los efectos del calor en colegios e institutos lo hace desde el desconocimiento, pero cuando se atreve usted a desaconsejar por motivos de salud la instalación en las aulas de equipos de aire acondicionado de los que sí están dotadas las áreas de pediatría de los centros de salud y de los hospitales públicos de los que usted es el máximo responsable no me queda más remedio que pensar que en uno de los dos casos está actuando con negligencia.
También quiero pensar que cuando un consejero de Sanidad recomienda que los alumnos se dediquen a elaborar abanicos de papel para combatir las altas temperaturas en las aulas lo hace desde el desconocimiento, porque lo contrario supondría directamente cuestionar la profesionalidad de los docentes y menospreciar el trabajo que realizamos, que no consiste en organizar "terapias ocupacionales muy importantes para los niños" sino educar y enseñar de acuerdo a los más altos estándares de aprendizaje recogidos en una ley educativa que seguro que le suena porque la ha redactado su propio partido”.

sábado, 28 de enero de 2017

Se van los viejos profesores

 Juan Antonio González ha ejercido como profesor en el colegio Sutefie de Zufre, Huelva, durante 32 años, hasta el pasado 9 de enero, último día de trabajo en el centro. Ese día se jubilaba y sus compañeros y alumnos idearon un plan para rendirle un homenaje que consistió en un largo pasillo lleno de alumnos, profesores y padres que no paraban de aplaudirle. En palabras de José Antonio “fue el mejor homenaje posible que me habrían podido dar”. 


 Ayer me llegaron vía wasap estos dos testimonios que a continuación copio. Pido perdón porque no he pedido permiso.

Se van los viejos profesores
Se van. Recogen sus cosas de la clase en una cartera, apagan la luz y se van. Llegaron en los setenta. Con sus gafas de pasta, su barba, sus pantalones de pana, su faldas demasiado largas o demasiado cortas. Llegaron a centenares, llenando colegios hechos a toda prisa a los que pusieron nombre de poetas o de viejos pedagogos proscritos. Llegaron con una inmensa sed de aprender a enseñar. Pintaron los muros grises de las escuelas con dibujos infantiles. Querían cambiar el mundo con papel continuo, unos pinceles y unos botes de tempera.  Aprendieron en las escuelas de verano a bailar, a tocar el pandero, a hacer pasta de papel o a conocer el nombre de los árboles y de los pájaros. Se confiaban unos a otros su ignorancia y la urgencia de cambiar una España aún demasiado sucia, demasiado triste. Se quitaron el don para tutearse con la gente. Ahora los maestros eran solo Jesús, Joaquín, Paloma, Javier, Nieves, Isidoro o Fernando. Llenaron las bibliotecas de libros y de algún lector. La literatura infantil y juvenil se puso de moda y empezó a ser algo más que Julio Verne o Salgari. Aquellos profes volvieron a sacar a los chicos al campo, a ver las montañas, los ríos, más allá de los atlas. También a las calles de los barrios rescatando los carnavales y con ropas viejas cabezudos de cartón. Con sus propios errores y con los ajenos fueron perdiendo por el camino sus utopías. No todas. Quizá la mayoría. Soportaron el capricho y la estupidez de los políticos y legisladores. Protestaron, a  veces no lo suficiente. No les escucharon nunca. De progres e ilustrados pasaron a ser analfabetos digitales. Pero todo se aprende si se quiere. Mal, pero se aprende. Y como dice la canción: el tiempo pasa y nos vamos haciendo viejos. Menos para los alumnos. Ellos nos siguen viendo como siempre, aunque tenga la misma edad que sus abuelos. Cada año en el colegio se jubila uno o dos y deja la escuela en esos días azules, con ese sol de la infancia. Sus primeros alumnos tienen ya cuarenta años o casi. Son los famosos millennials. Algunos son parados o médicos, enfermeros, abogadas, taxistas, incluso algún profesor. Son el resultado de años de trabajo sin ver nunca el fin ni el principio.
No todo fue inútil. Los hay generosos con talento y un punto de rebeldía. Viven en España y algunos –demasiados- también en el extranjero. Puede que paseen más por internet que por la calle. Tal vez alguno dejo colgado los estudios y el futuro y se miren las manos vacías. Eso, amigo, no se aprende en la escuela, por desgracia. Pero sobrevivieron a la EGB, al viaje de fin de curso a Mallorca, a los amores y desamores, a la desilusión y ahora a la crisis económica. La mayoría rechaza la idea de que nada cambiará. Lo aprendieron coloreando con Plastidecor y rotuladores Carioca, oyendo las viejas canciones que hablaban de que los piratas pueden ser horados y los príncipes, malos. Que a los lobitos buenos los maltratan los corderos, y por eso, ellos no quieren ser no corderos ni borregos. Se van los profes de la EGB con el pelo gris o sin pelo. Pero se van contentos. Hicieron lo que pudieron. Más o menos. Así que se sienten pagados cuando les reconoce por la calle la sonrisa tímida de una exalumna o reciben el abrazo de un muchachote con entradas que quizá se llame Sergio ¿o era Iván?- Entonces nuestro corazón se alegra. Luego recogemos nuestras cosas y decimos, diremos adiós.

Un  profesor de EGB

Un buen retrato de lo que hicimos, pretendíamos hacer y de la ilusión que pusimos por conseguir una escuela mejor, un país más justo, más abierto y más democrático, y un mundo en paz y armonía con la naturaleza y el planeta. Nuestro tiempo en la escuela paso, pero ahí quedan, no solo el recuerdo, sino nuestro esfuerzo y nuestro ánimo materializado en las nuevas generaciones. Hicimos lo que sabíamos, podíamos y, a veces, lo que nos dejaron; pero yo me quedo con el cariño que he recibido y aún recibo de mis antiguos alumnos y con la idea de que intentamos hacer un mundo mejor.
  Jacinto

Y en El Confidencial ha aparecido hoy un artículo firmado por Héctor G. Barnés: España, años setenta: cómo nuestros profes inventaron todo lo que está de moda fuera.

domingo, 17 de abril de 2016

Exposición en la Institución Libre de Enseñanza


Paseando por Madrid me encontré por casualidad, en la calle Martinez Campos, con el atractivo edificio rehabilitado de la antigua sede de la Institución Libre de Enseñanza que contiene la exposición: Giner, el maestro de la España moderna. La exposición, que podrá verse hasta el 22 de mayo de 2016, ofrece una panorámica inédita de Giner y del proyecto institucionista, que concebía la educación como motor del cambio social e incluía la modernización científica y cultural y la reforma social. Sorprende el edificio y, sobre todo, el nuevo jardín, diseño de la paisajista Teresa Galí-Izard, que conserva su idea original como lugar de encuentro con una clara función pedagógica.
Las 400 piezas de la exposición (pinturas, esculturas, documentos, fotografías, filmaciones de época, cartas, muebles, juguetes, trajes, libros, revistas, manuscritos y otros objetos), algunas inéditas o muy raras, proceden de instituciones como el Museo del Prado, la Biblioteca Nacional, el Museu Nacional d'Art de Catalunya (MNAC), el Museo Nacional de Artes Decorativas, el Museo Sorolla o la Residencia de Estudiantes, entre otros. Aureliano de Beruete, Joaquín Sorolla, Emilia Pardo Bazán, Federico García Lorca, Maruja Mallo, Benjamín Palencia, Alberto García-Alix, Eduardo Arroyo o Darío Villalba son algunos de los creadores presentes en la exposición, todos ellos relacionados con la Institución Libre de Enseñanza.
La Institución Libre de Enseñanza fue fundada en 1876 por un grupo de catedráticos (entre los que se encontraban Francisco Giner de los Ríos, Gumersindo de Azcárate y Nicolás Salmerón), separados de la Universidad por defender la libertad de cátedra y negarse a ajustar sus enseñanzas a los dogmas oficiales en materia religiosa, política o moral. La guerra civil de 1936 y la posterior proscripción de la Institución, con confiscación de sus bienes, supusieron un largo paréntesis para sus actividades en España, aunque el proyecto continuó alentando en la labor desarrollada en diversos países por institucionistas exiliados.


viernes, 11 de marzo de 2016

Defensa de la literatura, Trinidad Sánchez Muñoz


Para seguir leyendo el artículo de InfoLibre pincha aquí 
  • La materia no se deja instrumentalizar fácilmente, ni entra en las estadísticas, y requiere tiempo y espacio. Entonces, ¿a quién le va a preocupar?
  • Los cambios que se han producido en la enseñanza en las últimas décadas han sumido en el pesimismo a gran parte del profesorado de esta asignatura.

jueves, 5 de noviembre de 2015

Profesores buenos y malos: un falso debate sobre el profesorado

Otra vez demonizando al profesorado y, lo peor, que esta vez lo hace un catedrático de instituto.


Me quedo con la frase escrita por Manuel Pérez Sola en un foro: "Yo quiero ganar más y jugar al candy crush". Y con el compañero de fatigas y luchas Agustin Moreno
Educar con la tribu o a destajo

sábado, 3 de octubre de 2015

Vuelven los recortes en los institutos

Los directores de instituto denuncian que la mayoría tienen más de 30 alumnos por clase 

La consejería ha dado instrucciones ya en octubre a un instituto de Aluche (IES Iturralde) para que se desdoble un grupo con casi 40 estudiantes. 
Los directores de instituto de Madrid estiman que un 51,3% de las clases de los centros tiene más de 30 alumnos. El cálculo lo han realizado a raiz de una encuesta a través de internet y a la que han contestado medio centenar de institutos. El sondeo detalla que de esa mitad de grupos con más de 30 alumnos un 38% tienen entre 30 y 35 estudientes y más del 12% supera los 35. El límite legal fijado por el Ministerio fija en 30 el máximo de alumnos de ESO y en 35 el de Bachillerato por aula. La encuesta de los directores no desglosa los datos por curso, así que no especifica si hay grupos que superen el límite legal. La Consejería de Educación niega que haya grupos en Madrid que superen el número de alumnos legal ni en ESO ni en Bachillerato. Un portavoz ha insistido además en que las ratios medios están bastante por debajo del máximo permitido. No obstante, han tenido que actuar en sentido contrario en algún caso concreto. De hecho, la propia presidenta Cristina Cifuentes ha pedido "comprensión y paciencia" hoy para ajustar las ratios (...).

Como decían Las madres del cordero, admirado grupo de Moncho Alpuente: A pesar de todo, todo sigue igual.

Luisa Juanatey y su "Elogio al profesor"





Leyendo este artículo de EL Confidencial sabemos mejor lo que pasó con la enseñanza en estos últimos años cuando la la educación española se echó a perder.

jueves, 1 de octubre de 2015

Carles Capdevila: enseñar con humor

La risa es fundamental en la vida y en la profesión de profesor

domingo, 26 de abril de 2015

El próximo instituto: Abel Martínez

Abel Martínez ha sido abatido a la puerta de un aula por un alumno.  Yo también solicito que el próximo instituto que se construya lleve su nombre.

“EL MUNDO”, viernes 24 de abril de 2015
HOMENAJE A UN PROFESOR HÉROE
       Sr. Director:
            Se llamaba Abel Martínez, pero eso a casi nadie le interesa. Era, según dicen, de Lérida y tenía 35 años. Trabajaba como profesor de Historia en un instituto de Barcelona y murió en acto de servicio. Cayó abatido a la puerta de su aula, cuando acudía a poner orden en un incidente escolar. Fue muerto (¿podré decir asesinado?) por un estudiante incontrolado del que lo sabemos casi todo y por el que todo el mundo –desde jueces a periodistas, pasando por psicólogos y políticos- está muy preocupado. Nadie sabe nada (ni importa, al parecer) de Abel y su familia, de sus padres o hermanos, de su novia o tal vez de sus hijos.
                Era un profesor. Si hubiera sido un militar caído en lejanas tierras, habría ido a buscar su cadáver el ministro del ramo, se le habrían hecho honores de Estado y seguramente le habrían condecorado con distintivo rojo o amarillo, vaya usted a saber. Pero Abel era, simplemente, un profesor. Un profesor interino, para más inri. El primer docente muerto en las aulas en nuestro país no se merece el oprobioso silencio, el incomprensible ninguneo que le han dedicado los medios de comunicación. Así que solicito desde aquí que el próximo instituto que se inaugure en España lleve el nombre de Abel Martínez, y que se conceda al profesor leridano, a título póstumo, la Cruz de Alfonso X el Sabio.
                                                                                                Luis Azcárate Iriarte.  Pamplona


Abel Martínez Oliva fue un héroe, pues como tal murió. Estaba impartiendo su clase, junto a otra en la que escuchó un gran alboroto. Salió para intentar arreglar la situación y se lo pagaron matándolo de una puñalada en el abdomen. Si hubiera sido más egoísta y se hubiera escondido seguiría con nosotros. Todos los periódicos hablan del precoz homicida y de sus traumatizados compañeros. Yo me acuerdo de Abel. Él fue la verdadera víctima de este sinsentido. ¿Es que acaso una vida de 35 años vale menos que una de 13? Proteger a los menores no es darles carta blanca. Me resulta imposible asimilar que alguien cometa el peor de los crímenes, el homicidio; privar a otro de la vida, de todo, y que eso no tenga ninguna consecuencia penal. Abel tenía padres, familia, amigos, puede que pareja y muy bien podría haber tenido hijos. Ya no le queda nada. Su muerte quedará impune y se dirá que lo mató un menor, que lo mató un enfermo. ¡Qué socorrida resulta la enfermedad para explicar lo inexplicable! Enfermedad es el nuevo eufemismo de maldad. Y los profesores seguirán siendo la diana de adolescentes que no tienen nada que perder.— Javier Guijarro Martínez. Molina de Segura, Murcia.