domingo, 27 de febrero de 2011

Poemas sobre la muerte



En dos años se nos han ido, enfermas de cáncer y antes de tiempo, dos compañeras del instituto. Me pidieron poemas que tratasen sobre la desaparición de los seres queridos para leerlos con los alumnos. Me di cuenta de que, quitando a Jorge Manrique (Coplas a la muerte de su padre), a Lorca (Llanto por Ignacio Sánchez Mejías y a Miguel Hernández (Oda a Ramón Sijé), no solemos tratar el tema en las clases de literatura. Nuestros alumnos son muy jóvenes y para conseguir lectores buscamos temas que les puedan enganchar. Estuve buscando por internet y no encontré muchos. Este es el resultado de la búsqueda, por si le puede servir a alguien.

"Realizamos este sencillo acto en recuerdo de nuestra compañera y profesora,            , que falleció en Madrid el día 3 de septiembre.
Tuvimos la suerte de compartir con ella el curso pasado, en el que se produjeron muchos momentos de armonía profesional y personal, por eso queremos hacerle este sentido homenaje, porque nos gustaría resaltar su dedicación a este maravilloso oficio de la docencia, en el que todos vosotros, de una forma u otra, estamos implicados.
En estos instantes tan emotivos, vamos a utilizar aquello que ella amó tanto, la cultura, y, movidos por este sentimiento, hemos elegido unas poesíaas que ponen voz a lo que sentimos cada vez que la recordamos.

Nadie es eterno, hermano, y todo se desgasta.
Nadie es eterno, hermano, y todo se desgasta.
Recuerda esto, y alégrate.

No es nuestra vida la única carga añosa, nuestro sendero no es el único largo. Ningún poeta tiene la obligación de cantar la antigua canción. La flor se marchita y muere, pero no se debe llorarla siempre...

Hermano, recuerda esto, y alégrate.

Llegará el silencio y la música será, entonces, perfecta.
Agoniza la vida hacia el poniente para sumirse en sombras doradas. El amor abandonará sus juegos para que suba al cielo de los llantos...

Hermano, recuerda esto, y alégrate.

No podemos abrazar las cosas, hacerlas trizas y arrojarlas al polvo. Las horas pasan ligeras, con los sueños embozados. La vida, eterno el trabajo y el hastío, apenas nos da un día para el amor.

Hermano, recuerda esto, y alégrate.

La belleza nos place porque el ritmo de su danza es el de nuestras vidas. La sabiduría nos es cara porque nunca tenemos tiempo de completarla. Lo eterno está todo hecho y concluido, pero las flores de la ilusión terrena son siempre frescas, renovadas por la muerte. 

Hermano, recuerda esto, y alégrate.
El jardinero, Radindranath Tagor
Llegarás por los calveros
Con letra de Rafael Sánchez Mazas, el padre de Chicho Sánchez Ferlosio y uno de los fundadores de la Falange, sobre cuya biografía trata la novela de Javier Cercas y la película de David Trueba, "Soldados de Salamina", en la que participa el propio Chicho. La letra del poema habla de la llegada de la muerte, la señora inmortal de todos los caballeros, que llegará por los calveros.

Llegarás por los calveros
que se ven por la ventana,
señora blanca y lejana
de todos los caballeros.

Llegarás por los calveros
para llevarme a deshora,
blanca y última señora
de todos los caballeros.

Llegarás por los calveros
calveros de mi encinal,
muerte, señora inmortal
de todos los caballeros.


EL VIAJE DEFINITIVO, Juan Ramón Jiménez
Y yo me iré. Y se quedarán los pájaros cantando;
y se quedará mi huerto con su verde árbol,
y con su pozo blanco.

Todas las tardes el cielo será azul y plácido;
y tocarán, como esta tarde están tocando,
las campanas del campanario.

Se morirán aquellos que me amaron;
y el pueblo se hará nuevo cada año;
y en el rincón de aquel mi huerto florido y encalado,
mi espíritu errará, nostálgico.

Y yo me iré; y estaré solo, sin hogar, sin árbol
verde, sin pozo blanco,
sin cielo azul y plácido...
Y se quedarán los pájaros cantando.

Alfonsina y el Mar (Félix Luna - Ariel Ramírez)
Por la blanda arena que lame el mar
su pequeña huella no vuelve más,
un sendero solo de pena y silencio llegó
hasta el agua profunda.
Un sendero solo de penas mudas llegó
hasta la espuma.

Sabe Dios qué angustia te acompañó
qué dolores viejos, calló tu voz
para recostarte arrullada en el canto
de las caracolas marinas.
La canción que canta en el fondo oscuro del mar
la caracola.

Te vas Alfonsina con tu soledad,
¿qué poemas nuevos fuiste a buscar?
Una voz antigua de viento y de sal
te requiebra el alma y la está llevando
y te vas hacia allá como en sueños,
dormida, Alfonsina, vestida de mar.

Cinco sirenitas te llevarán
por caminos de algas y de coral
y fosforescentes caballos marinos harán
una ronda a tu lado.
Y los habitantes del agua van a jugar
pronto a tu lado.

Bájame la lámpara un poco más,
déjame que duerma nodriza en paz
y si llama él no le digas que estoy
dile que Alfonsina no vuelve.
Y si llama él no le digas nunca que estoy,
di que me he ido.

NO VOLVERÉ A SER JOVEN, Jaime Gil de Biedma, Poemas póstumos. Madrid.1969

Que la vida iba en serio
uno lo empieza a comprender más tarde
–como todos los jóvenes, yo vine
a llevarme la vida por delante.
Dejar huella quería
y marcharme entre aplausos
–envejecer, morir, eran tan sólo
las dimensiones del teatro.
Pero ha pasado el tiempo
y la verdad desagradable asoma:
envejecer, morir,
es el único argumento de la obra.


Christina Rossetti (1830-1894)
Recuerda
Recuérdame después de haberme ido
cuando, bajo la tierra silenciosa
no me alcance tu mano temblorosa
ni pueda desandar lo recorrido.

Recuérdame sin más cuando perdido
el sueño que soñaste, cual la rosa,
se deshoje, pues ya ninguna cosa,
promesa o ruego, llegará a mi oído.

Mas si me olvidas por un tiempo, amado,
al reparar en ello no te aflijas.
Si la muerte y los vermes han dejado

algún vestigio de mi pensamiento,
prefiero que me olvides si contento
estás a que me evoques y te aflijas.

Cuando esté muerta
Cuando esté muerta, mi amor,
No cantes tristes canciones para mí,
No plantes rosas en mi cabeza
Ni sombríos cipreses:
Sé la hierba verde sobre mí,
Con rocíos y gotas mójame;
Y si te marchitas, recuerda;
Y si te marchitas, olvida.

Ya no veré las sombras,
No sentiré la lluvia,
No escucharé al ruiseñor
Cantando su dolor:
Y soñando a través del crepúsculo
Que no crece ni desciende,
Felizmente podría recordar,
Y felizmente podría olvidar.

¿Por quién doblan las campanas?, John Donne (1572- 1631)

¿Quién no echa una mirada al sol cuando atardece?
¿Quién quita sus ojos del cometa cuando estalla?
¿Quién no presta oídos a una campana cuando por alguna muerte tañe?
¿Quién puede desoír esa campana cuya música lo traslada fuera de este mundo?
Ningún hombre es una isla entera por sí mismo.
Cada hombre es una pieza del continente, una parte del todo.
Si el mar se lleva una porción de tierra, toda Europa queda disminuida,
Como si se tratara de un legendario monte, o de la casa solariega de uno de tus amigos o la tuya propia.
Ninguna persona es una isla; la muerte de cualquiera me afecta porque me encuentro unido a toda la humanidad;
Por eso, nunca preguntes por quién doblan las campanas;
doblan por ti.

A  Gracia (ausente para siempre)
a quien sentí compañera desde el primer día

Es una lástima que no esté con vosotros
al punto de sonar el timbre en la mañana
y preparáis los papeles para empezar
las clases de cada uno y todos los días,
y raudos os desparramáis por los pasillos
o esperáis la incierta bajada del ascensor.

Es una lástima que no esté con vosotros
cuando ha sonado el timbre del recreo
y cada uno busca al compañero que llena
con su escucha los huecos de la soledad
y otra vez, insistente, la señal lo devuelve
al quehacer cuadriculadamente programado.

Es una lástima que no esté con vosotros
cuando vaya a visitaros algún día...
cuidadosamente calculado pasa que estéis todos
porque será  inevitable doloroso recuero
la nostalgia de su mirada alegre y su sonrisa franca,
de su palabra presta y su ironía sana,
... ¡que no estarán con nosotros!

J. Ángel Menchero.

Poema de Stevenson (traducido por Javier Marías) y sin duda esbozo para su famoso y escueto "Réquiem", inscrito en su tumba en Samoa:

“Ahora que la cuenta de mis años
ya se ha cumplido, y yo
la vida sedentaria
dejo para morir,
cavad bien hondo y dejadme yacer
bajo el inmenso y estrellado cielo.
Alegre en vida, fui alegre al morir,
cavad bien hondo y dejadme yacer.
Clara fue mi alma, libres mis actos,
honor era mi nombre,
no huí nunca ante el miedo
ni perseguí la fama.
Cavad bien hondo y dejadme yacer
bajo el inmenso y estrellado cielo.
Alegre en vida, fui alegre al morir,
cavad bien hondo y dejadme yacer.
Cavad bien hondo en algún valle verde
donde la brisa suave
sople fresca en el río
y en los árboles cante …
Cavad bien hondo y dejadme yacer
bajo el inmenso y estrellado cielo.
Alegre en vida, fui alegre al morir,
cavad bien hondo y dejadme yacer.
Elegía
Lo mejor de la vida
No fue olvidar que estábamos viviéndola
lo mejor de la vida.
Lo mejor de la vida vino después,
cuando supimos
que no habría otra oportunidad para vivirla;
y cada trago que de ella bebimos
lo apuramos al máximo, buscando
más allá de los posos nuestro fondo.
(de Conocimiento del medio)

 Angel Guinda

MOHSEN EMADI: ELEGÍA A MARCELO REYES

MARCELO. UNA ELEGÍA
[Para Marcelo Reyes, 1960-2015]
1
¿Cómo se puede escribir sin fingir
como un actor que se reúne con su acto,
como un cuerpo que se reúne con su muerte?
¿Cómo se puede regresar a la misma bodega
en el sótano de tu casa,
entre las botellas de vino y los instrumentos rotos
y hombro a hombro, con otros fantasmas,
sentarnos en el sillón
y fijar la blanca cortina
de tus sueños?
¿Cómo se puede escuchar la música de tu rechazo,
tu rechazo a Buenos Aires,
cuando, al respirar,
bailas tango con la muerte?
¿Sobre ese hilo de viento
cuando hablas con la ausencia de tu madre
en el otro lado del océano,
cómo se puede, hombro a hombro,
con tu miedo
aliviar mi miedo?

2

Pero las lágrimas han de secarse,
las flores de la tumba se marchitarán;
tu bodega se encontrará abandonada
y tu cortina vacía.
Los perros de la casa
reconocen siempre tu olor,
pero ya no te esperan
detrás de la puerta.
En este lado del océano está lloviendo
y Buenos Aires no te recuerda,
pero yo no puedo
salir del recuerdo de tus brazos.
La lluvia aún me moja
pero a ti ya no te mojará.
Te quedas ardiendo
y tu calor
es toda la intensidad del exilio
-el doble tartamudeo de la existencia-
que tú vives sin cuerpo y sin lenguaje.
Y aún sin cuerpo y sin lenguaje
abrázame.
3
El corazón de tu destierro
late en mi cuerpo.
Tu rechazo es mi rechazo.
Nadie muere dos veces
y en todas las fotografías
un solo pronombre nos mira
-hombro a hombro,
borrachos y riendo.-
Un solo pronombre que recuerda
el calor de nuestras madres,
un pronombre que canta la nana
y nosotros, perdidos en la música,
intercambiamos nuestros corazones.
Tú eras mi lenguaje, Marcelo,
en las noches largas de alcohol y de recuerdos
cuando la palabra no circulaba en mi boca.
Traducías los sonetos de las distancias
con la amargura del mate, hasta la mirada y la sonrisa.
Mi corazón ya no palpita en tu cuerpo
y tu corazón me hace volar
por las alturas del abismo.
4
La roca que quebró tus huesos
era tu infancia.
Remontabas cada vez más alto
para caer más duro.
En la calles de San Juan
el viento sopla como siempre.
En los campos de Borja
ningún vino cambia su sabor.
El tiempo, en cada uno,
añade algo a la densidad de la ausencia
y la tierra entonces ya no pesa.
Desde la lejanía del lenguaje
miro tu bodega.
Los perros vienen y van,
tu olor está en todo el espacio,
en la nariz de la poesía
que mueve su cola, ladra,
se levanta a dos pies
y no te encuentra.
5
Toma tu guitarra en la uña del alcohol,
el alcohol en la copa de la pérdida,
la pérdida en los pasos de la infancia
y los pasos en la antigüedad del lenguaje.
Toma tu guitarra,
con cada melodía tu corazón
bombea sangre a mis órganos.
Remonto el viento
para caer con más fuerza
en tus brazos.

Del poeta persa exiliado, Mohsen Emadi, “Suomalainen Iltapäivä”, Zaragoza, Olifante, 2017.

domingo, 6 de febrero de 2011

Contrapublicidad



Me llamo Octave y llevo ropa de APC. Soy publicitario, esto es, contamino el universo. Soy el tío que os vende mierda. Que os hace soñar con esas cosas que nunca tendréis. Cielo eternamente azul, tías que nunca son feas, una felicidad perfecta, retocada con el photoshop. Imágenes relamidas, músicas pegadizas. Cuando, a fuerza de ahorrar, logréis comprar el coche de vuestros sueños, el que lancé en mi última campaña, yo ya habré conseguido que esté pasado de moda. Os llevo tres temporadas de ventaja, y siempre me las apañó para que os sentáis frustrados. El glamour es el país en el que nunca se consigue entrar. Os drogo con novedad, y la ventaja de lo nuevo es que nunca lo es durante mucho tiempo. Siempre hay una nueva novedad para lograr que la anterior envejezca. Hacer que se os caiga la baba, ese es mi sacerdocio. En mi profesión nadie desea vuestra felicidad, porque la gente feliz no consume.
Fréderic Beigdeber, 13,99 euros, Quinteto, Anagrama

Definición
La contrapublicidad es una crítica de la publicidad realizada mediante la alteración de los contenidos de sus mensajes. En inglés se conoce con el nombre de subvertising, resultado de la fusión de las palabras subvert (subvertir) y advertising (publicidad). De este juego de palabras se entiende que la contrapublicidad consiste en subvertir, es decir, trastornar, revolver y destruir la publicidad. La contrapublicidad se apodera de las técnicas publicitarias para invertir los significados de los mensajes comerciales. (Fuente: Wikipedia)

Técnica
1. Se elige un anuncio comercial o institucional y se analiza su composición (idea vendedora, estrategia creativa, imagen…).
2. Se somete al anuncio a una transformación que afecta al sentido de la campaña, de manera que se adopta un enfoque crítico (denuncia, ironía, caricatura…).
Es importante detectar cuáles son los valores que intenta transmitir el anuncio para ponerlos en tela de juicio y dar un sentido completamente nuevo al mensaje contrapublicitario.

http://www.letra.org/spip/IMG/pdf/LIBRO_CONTRAPUB_CHM.pdf
http://ntic.educacion.es/w3//recursos/fp/publicidad_un_enfoque_critico/index.htm
http://www.letra.org/spip/IMG/pdf/4_4_contrapublicidad_grafica.pdf
http://www.vamosapublicidad.com/contrapublicidad/