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lunes, 30 de octubre de 2023

¿Antisemitismo? No, antisionismo


Con demasiada frecuencia, sectores sionistas califican de antisemita cualquier manifestación de oposición al estado de Israel y sus políticas. Además de deslegitimar las críticas, esta estrategia le permite a Israel evadir el debate y no afrontar su responsabilidad por crímenes contra los palestinos y por sus políticas que violan las normas internacionales.

El Diccionario de la RAE define el vocablo semita en su primera acepción «según la tradición bíblica, descendiente de Sem», y en su segunda acepción «se dice de los árabes, hebreos y otros pueblos». Por eso sorprende que se afirme que antisemita es «enemigo de la raza hebrea, de su cultura o de su influencia», porque si tanto los árabes como los hebreos son semitas, antisemitas deberían ser tanto los enemigos de los árabes como de los hebreos.  Además esta definición es anacrónica porque la ciencia no admite hoy que las diferencias étnicas entre los seres humanos alcancen el rango de ‘raza’. Condenar las actuaciones de árabes y judíos cuando están mal y apoyarlos cuando nos parecen bien, no hace que seamos antiárabes ni antijudíos, sino, simplemente, conocedores de la historia, conscientes de los hechos y testigos de la realidad.

La palabra antisemitismo fue usada por primera vez en el año 1879 como un eufemismo en lugar de judeofobia por el alemán Wilhelm Marr al anteponer las supuestas características raciales de los judíos frente a las religiosas. Fue el fundador de la organización Liga antisemita.

Para terminar, no me olvido de la anécdota, tal vez frívola en estos momentos, que hizo reír a mi padre que siempre valoraba  lo extraordinario. En los convulsos años setenta, mi mejor amiga realizó un curso de verano en Jerusalén, allí se enamoró de un cristiano palestino, lo que supone la marginación dentro de la marginación. Cada vez que Arafat, líder palestino y premio Nobel de la Paz, salía sonriendo con su pañuelo palestino en televisión, siempre comentaba: ¿Cómo es posible que sonría tanto con la que tiene encima?




Para saber más:

- Entrevista en El Español con Paloma Díaz Más, que acaba de publicar 'Breve historia de los judíos en España', donde repasa un pasado común tejido de complicidades, desencuentros y prejuicios.

https://es.wikipedia.org/wiki/Antisemitismo

 

sábado, 30 de septiembre de 2023

Las lenguas vinculadas al judaísmo, el humor judío y Netflix

La dispersión del pueblo judío por el mundo los convirtió en una minoría religiosa y cultural en numerosos países, lo cual dio lugar a siglos de convivencia pacífica y desarrollo, pero también provocó choques que trajeron persecuciones, matanzas y expulsiones colectivas. El idioma hebreo fue siempre un constante factor de cohesión del pueblo de Israel a través de las Escrituras sagradas preservadas por todas las comunidades judías tanto en Israel como en la diáspora. El surgimiento del Estado de Israel en 1948, así como la llegada de numerosas olas de judíos provenientes de comunidades israelitas de todo el mundo, particularmente de países islámicos y orientales (mizrajíes), condujo a su declaración como idioma nacional junto al árabe e inglés. La mayoría de los israelíes dominan entre dos y tres lenguas: hebreo, inglés, más su lengua materna o la de sus padres. En la actualidad, el yiddish sobrevive entre los grupos judíos ortodoxos, quienes aún lo emplean para preservar la “santidad” de la lengua hebrea, a la que solo recurren en sus oraciones y liturgia. 

El hebreo, una lengua restituida  

El hebreo es una lengua semítica, relacionada con el árabe, el arameo y el extinto fenicio, con más de treinta siglos de historia escrita, aunque no se hablara.  La tradición hebraica remonta sus raíces a la Torá y la época de Moisés. Hacia finales del siglo III el hebreo fue desplazado por el arameo que probablemente es la lengua de Cristo. Sin embargo, siguió siendo usado por los judíos como una lengua religiosa, erudita y literaria. A fines del siglo XIX fue resucitada como vernácula, y desde 1948 es la lengua viva del Estado de Israel. El llamado hebreo moderno es una construcción muy reciente impulsada por el movimiento sionista, el principal responsable del renacimiento y la reimplantación de la lengua fue Eliezer Ben-Yehuda (1858-1922). El nuevo idioma mantiene su propia escritura de derecha a izquierda y su alfabeto,  pero es una fusión de múltiples lenguas, con amplia tradición de idiomas representativos como el arameo, el árabe, el yiddish (judeoalemán) y el sefardí (español antiguo). Actualmente es el idioma oficial de Israel, más de 9 millones de personas lo hablan.  

El yiddish, idioma de la diáspora 

El idish, o yiddish, surgió hace aproximadamente mil años, a orillas del río Rin, en las comunidades judías askenazíes en el territorio entre Francia y Alemania. Su léxico y sintaxis provienen del alemán, aunque tiene también tiene influencias del hebreo, del que toma los caracteres, y de algunas lenguas eslavas. “La palabra "idish" significa "judío", lengua de judíos“. El yiddish hoy está hablado por el elemento ultra ortodoxo que conserva el lenguaje de sus rabinos de la segunda mitad del Siglo XVIII y comienzos del Siglo XIX. Actualmente se estima que 1,5 millones personas en todo el mundo hablan este idioma. Está considerado por la UNESCO como una lengua en serio peligro de extinción.

Es el idioma de la diáspora, sin tierra, sin límites, que no depende de ningún gobiernoEs la lengua que hablaban los judíos europeos en la casa, en el mercado, en la calle, mientras que el hebreo se consideraba la lengua sagrada y era dominada por unos pocos, por ello los textos religiosos se tradujeron al yiddish con fines totalmente prácticos. También hubo una ola de traducciones de literatura universal al yiddish con el fin de modernizar la vida en la sociedad judía (Kant, Marx, Balzac, Tolstói…). Estas comunidades compartían territorio con otras culturas hegemónicas donde se hablaban otras lenguas nacionales. Convivir como minoría hizo que estas comunidades fueran vulnerables, y de hecho muchas veces fueron perseguidas y masacradas. Sin embargo, lo que más las define es su reverencia hacia la vida, su sentido de la compasión y el humor. Una alegría de vivir, cuyas influencias aún podemos apreciar en la filmografía de Woody Allen.


Los hermanos Marx 


El humor judío: una historia seria
, u
n ensayo riguroso y divertido de Jeremy Daube que aborda con sentido del humor un asunto tan serio como la historia del pueblo judío y nos recuerda que, en ocasiones, la risa puede restaurar el equilibrio de la cordura. Asimismo, rastrea el apogeo y el declive de los principales arquetipos humorísticos judíos con la ayuda de maestros de la talla de Sholem Aleichem, Isaac Babel, Franz Kafka, los hermanos Marx, Woody Allen, Joan Rivers, Philip Roth, Mel Brooks, Sarah Silverman y Larry David entre muchos otros. 


El judeoespañol 

Los judíos expulsados de la península por los Reyes Católicos se fueron con las manos vacías no podían llevarse nada, sin embargo se llevaron su lengua, su cultura y sus costumbres. La leyenda nos cuenta que algunos con la esperanza de volver guardaron las llaves de su casa y aún las conservan. 

Este mapa completa la entrada anterior del blog (2010) judeoespañol:







Tres series de Netflix 

Si queremos darnos cuenta de la babel del estado de Israel podemos ver las series en versión original que nos ofrece la plataforma Netflix. La más conocida de todas, y la primera serie hablada principalmente en yiddish, es Unorthodox que nos cuenta la historia de una joven judía de la estricta comunidad Satmar de Nueva York que abandona un matrimonio concertado para comenzar una nueva vida en Berlín. Si ves la serie en español, te darás cuenta de que sólo ha sido doblada cuando los personajes hablan en inglés y en alemán

La interesante serie israelí Shtisel, protagonizada por una familia judía religiosa que vive en el barrio ultraortodoxo de Jerusalén. A partir de las diferentes historias de cada de sus miembros nos acercamos a un mundo poco conocido y accesible. Está rodada básicamente en hebreo y en yiddish 

Fauda, un thriller político israelí, filmado en árabe y en hebreo. La palabra «fauda» significa caos en árabe y es el término utilizado por las fuerzas encubiertas israelíes para avisar a las unidades de rescate que han sido descubiertos. 


Shtisel
Unorthodox


Para saber más:

https://huellasenisrael.com/10-cosas-que-no-sabias-sobre-el-idioma-hebreo/

https://www.nationalgeographic.es/historia/2023/05/hebreo-supervivencia-no-hablado-milenios

https://www.elnacional.cat/es/internacional/genios-judios-the-new-york-times_455643_102.html

https://ethic.es/2022/10/por-que-el-judaismo-crea-tantos-intelectuales/  "Mientras el cristianismo y el islam cuentan con una población global del 31,2% y 24,1% respectivamente, el judaísmo  tan solo  representa un 0,2% de la población mundial (o lo que es lo mismo, alrededor de 15 millones de personas). Su huella, sin embargo, es especialmente profunda más allá de la pura cuestión de la fe: alrededor de un 25% –y hasta un 29% en el caso de Medicina– de los Premios Nobel han sido otorgados a intelectuales y artistas judíos".


sábado, 23 de septiembre de 2023

Spinoza en el Parque México de Enrique Krauze: homenaje a la heterodoxia

El historiador y escritor mexicano Enrique Krauze, testigo de las últimas décadas del México del siglo XX, ha publicado su autobiografía intelectual “Spinoza en el Parque México” (Tusquets, 2022), una colección de anécdotas y testimonios que explican la evolución de su pensamiento y su proceso de formación. La biografía es el resultado de la complicidad con un interlocutor español, el doctor en derecho y filosofía José María Lassalle que lo entrevistó durante siete años. "El libro reúne tres libros en uno: la autobiografía propiamente dicha (con tres hitos principales: la historia de sus abuelos socialistas, su participación en la revuelta estudiantil del 68 y su tarea como secretario de redacción de Vuelta); una breve historia de la heterodoxia judía, encabezada por Baruch Spinoza, la figura tutelar del libro, cuyo espíritu libertario admiró desde joven, y un ensayo sobre los profetas iluminados que presintieron el advenimiento del totalitarismo en la Alemania Nazi y la Unión Soviética (Heine, Dostoyevski, Weber, Kafka) complementado con semblanzas de los historiadores y filósofos que mejor han explicado la génesis de ambas pesadillas: Arendt, Scholem, Berlin, Kolakowsky, Bell, Howe"*.

El título parte de un joven Enrique Krauze, 
hijo de judíos polacos que llegaron a México en los años 30, que recuerda a su abuelo Saúl Krauze predicar las enseñanzas del filósofo de la comunidad judía de Ámsterdam Baruch Spinoza, el pensador del siglo XVII descendiente de judíos españoles, gran heterodoxo cuyas ideas sembraron la ilustración europea, el hereje que fue repudiado por su comunidad, el padre de los judíos no judíos. Ambos están sentados en los bancos del Parque México, cerca de la calle Ámsterdam donde se sitúa la biblioteca de su abuelo repleta de libros escritos en yiddish*. 

El heterodoxo Krauze explica su relación con el judaísmo: "El vínculo con mi pueblo milenario está en los libros. Es el humanismo judío lo que me interesa, su historia y su literatura, no tanto sus ritos, su ortodoxia, menos aún sus pasiones mesiánicas o nacionalistas. Guardo lealtad a mis antepasados, pero socialmente preferí habitar las orillas del mundo judío. Estando en la periferia puedes encontrar un margen mayor de libertad. Puedes mirar mejor el centro.Y sin embargo, a estas alturas de mi vida me he mudado aquí, a mi escenario de origen, a la calle de Ámsterdam. Acá tengo mi biblioteca de temas judíos". “La pertenencia no es a un lugar, no es a una sola identidad, no es a una sola la historia”, señala. “Es, como la de Spinoza, al género humano. Respeto el concepto de identidad, pero es muy peligroso”. 

El tema de la persecución a los judíos, su diáspora, su literatura y el mantenimiento de sus costumbres y su lengua me interesa profundamente desde los veinte años cuando al terminar Románicas entré en contacto con el Instituto Arias Montano y realicé mi tesina  Cantos de parida sefardíes. El libro de casi ochocientas páginas también nos aporta muchísima información sobre los escritores que conoció en México, algunos de ellos españoles exiliados. En el siguiente enlace se puede leer el índice y una parte del capítulo primero, Raíces.

El autor mejicano nos explica muy bien las diferencias entre los sefardíes y los polacos que se establecieron en México: "Ya no los expulsó solo la intolerancia religiosa, como en España en 1492, sino la persecución integral: histórica, racial, nacional y religiosa. Los expulsó el antisemitismo. Después de la Primera Guerra Mundial se recrudeció en Polonia ese antiguo prejuicio de origen medieval y (mis abuelos) decidieron emigrar".




 Borges suscribe la opinión de B. Russell según la cual Spinoza es el más querible de todos los filósofos, y nos dice que "Spinoza tiene que ser sentido como un santo". El procedimiento por el que Borges convierte al maldito en santo es el mismo en virtud del cual hace del spinozismo una religión. Por último incluyo uno de los poemas que  Borges dedicó a Spinoza.

S P I N O Z A

Las traslúcidas manos del judío
labran en la penumbra los cristales
y la tarde que muere es miedo y frío.
(Las tardes a las tardes son iguales.)
Las manos y el espacio de jacinto
que palidece en el confín del Ghetto
casi no existen para el hombre quieto
que está soñando un claro laberinto.
No lo turba la fama, ese reflejo
de sueños en el sueño de otro espejo,
ni el temeroso amor de las doncellas.
Libre de la metáfora y del mito
labra un arduo cristal: el infinito
mapa de Aquel que es todas Sus estrellas.

J. L. Borges, El otro, el mismo (1964)

domingo, 6 de noviembre de 2022

Acto de ingreso en la RAE de Paloma Díaz-Mas

Hace cuarenta y siete años, dos amigas, estudiantes de Románicas, fueron invitadas a asistir al ingreso en la RAE de su profesor Manuel Alvar (7 de diciembre de 1975). Una de ellas presentó hoy (6 de noviembre de 2022) su discurso Ciencia en judeoespañol en el que pronuncia en judeoespañol fragmentos de las obras científicas seleccionadas. 

Paloma Díaz-Mas, filóloga y escritora: “La historia de los sefardíes nos hace comprender mejor la nuestra”. La nueva académica de la RAE ingresa en la institución con un discurso sobre la vida del judeoespañol a través de los tratados científicos que produjo un idioma hoy casi extinto. 


sábado, 27 de febrero de 2021

Otra lengua muy viva: el ladino o judeoespañol

Símbolo que señala la entrada al barrio judío (Tarazona, Aragón)


 El artículo de Matilde Gini Barnatán, "El trezoro de la lingua djudeo-espanyola": qué es el ladino y por qué se parece tanto al español, publicado en El País, nos sirve para conocer mejor la herencia sefardí,  una cultura que legó muchos saberes a la España de la época. Quien quiera aprender más sobre cultura judeo-española dispone de bastantes recursos. Por ejemplo, hay grupos que se comunican en esta lengua por internet, como “Ladinokomunitá”, con más de 800 miembros de distintos países, además de otras páginas web como Sfarad.es y sefardiweb. Además, contamos con la Red de Juderías de España Caminos de Sefarad, a la que pertenecen las ciudades que tenían población judía. Y también vos azemos musafires [invitados] para sentirmos en la Radio Exterior de España, en muestro programa “Emisión Sefarad” (domingos 23:30 hs.) y los sábados en Radio 5, Luz de Sefarad a las 16:35 hs. Los dos kon kultura sefardí en munchos temas.

domingo, 18 de julio de 2010

Judeoespañol


A veces se nos olvida un dialecto del castellano: el judeoespañol o ladino, la lengua castellana de la época de los Reyes Católicos que los judíos se llevaron a su exilio. La lengua de los sefarditas o sefardíes (derivada de la palabra en hebreo que significa España, “Sefarad”) ha evolucionado muy poco, ha incorporado muchas palabras del hebreo y algunas palabras del árabe, turco o griego, y nos sirve para hacernos una idea de cómo era la fonética del castellano en el siglo XV. La audición de estos textos nos puede servir en clase como un ejemplo de la lengua y la literatura de esa época.
Los judíos fueron expulsados de España el 31 de julio de 1492, por un decreto que establecía la obligación de abandonar el territorio español, excepto a los que se convirtiesen al cristianismo. La mayoría de los sefardíes optaron por el exilio, y casi todos ellos fueron recibidos por el sultán Bayaceto II en el Imperio otomano. Otra parte se estableció en Marruecos, Holanda y algunos países de Europa Central.
Los sefardíes establecidos en el Imperio otomano pertenecían a un nivel social y económico en cierta medida superior al de las poblaciones autóctonas, lo cual permitió que éstos conservaran la lengua y la mayoría de sus tradiciones hispánicas por casi 400 años. Desde la segunda mitad del siglo XIX hasta la II Guerra Mundial, una serie de cambios históricos, políticos, sociales y culturales alteraron profundamente el entorno en que vivían los sefardíes y, en consecuencia, sus modos de vida.
En la actualidad, los sefardíes se encuentran dispersos por todo el mundo y, aunque
conservan la conciencia de sus orígenes y algunos de sus elementos identitarios (como
la práctica de una liturgia sinagogal específica), han perdido la mayor parte de sus
rasgos culturales específicos, incluido el uso de la que fue su lengua durante siglos (el judeoespañol), hoy relegada a entornos y usos muy minoritarios. El número de hablantes de judeoespañol ronda  los 150.000.
La literatura, muy influida por los romances y canciones castellanos, se ha transmitido fundamentalmente por vía oral. Cuando los textos se escribían, lo hacían con caracteres hebraicos al igual que los mudéjares usaban el alifato o alfabeto árabe. A este tipo de escritura con alfabeto no latino se llama aljamiada.


Canto de parida o de nacimiento:

Dos canciones de amor:

Tu madre cuando te pario
Y te quito al mundo
Coracon ella no te dio
Para amar segundo,
Adio,
Adio Querida,
No quero la vida,
Me l'amagrates tu,
Va, busacate otro amor,
Aharva otras puertas,
Aspera otro ardor,
Que para mi sos muerta.....



Elías Canetti, que nació en Rutschuk (Bulgaria), en el bajo Danubio, cuenta en La lengua absuelta, el primer tomo de su autobiografia, que las primeras canciones de su infancia fueron viejos romances españoles." Manzanicas coloradas las que vienen de Stambol", así termínaba una de esas canciones. Butica, era la tienda donde el abuelo y sus hijos pasaban el día; y cuando venía a verles un tío suyo, hermano mayor de su padre, se dirígía a él y, estirando su mano sobre su cabeza, le decía: "Yo ti bendigo, Eliachu, amén". También recuerda que durante el parto de su hermano oyó gritar a su madre desde la puerta: " ¡Madre mía querida! ¡Madre mía querida!" El ladíno o castellano antiguo fue una de las lenguas de Canetti. Tenía que ver con el pasado remoto de su familia. Eran sefardíes, y el español que hablaban desde la expulsión había evolucionado muy poco a través de los siglos. Los sefardíes, judíos creyentes para quienes la vida de la comunidad religiosa tenía un significado esencial, se consideraban judíos especiales, orgullosos y arrogantes, lo que según Canetti estaba estrechamente relacionado con su tradición española. Ese orgullo les había hecho conservar las palabras que guardaban la memoria de aquel lugar remoto que se habían visto forzados a abandonar y, tal vez, con esa memoria la ilusión del regreso.