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viernes, 29 de diciembre de 2023

David Araújo, un tuitero ilustrado: Tú dices..., Bécquer decía ...

 

David Araújo, un enamorado de las palabras, se define así en su cuenta Chuzo de puntaLacónico con grelos. De Vigo sin viguir en mí. Covachuelista. Estos son mis tuits. Son como son. A nadie los pedí prestados.

Muchos de los tuits en los que resume en palabras de hoy expresiones y versos clásicos los ha recopilado en el libro Tú dices… Bécquer decía... en la colección Maresía de Pie de Página. Dos formas diferentes de expresar una misma idea que tal vez despierten a los más jóvenes el gusto por la literatura clásica. Lo que sí está claro es que provoca sonrisas con su acertado sentido del humor. 

He aquí algunos ejemplos:


 

Para saber más:  https://www.yorokobu.es/david-araujo-chuzo-de-punta/

domingo, 22 de octubre de 2023

Naturalezas trans, unos cuerpos son como flores

 

Retratos fotográficos de mujeres y hombres trans acompañados de pinturas de flores de los siglos XVII y XVIII son los protagonistas de la exposición Unos cuerpos son como flores. Naturalezas Trans, proyecto desarrollado por la Asociación Española de Transexuales en colaboración con la Asociación Cultural Visible que se podrá visitar desde 17 de octubre, y hasta el próximo 18 de noviembre en las instalaciones del Centro Cultural Clara del Rey-Museo ABC.


Estos retratos fotográficos de mujeres y hombres transexuales de este siglo establecen un diálogo entre las personas y las flores, 
la fotografía y la pintura, el presente 
y el pasado. La faceta laboral, la festiva, la erótica o la reivindicativa quedan recogidas en esta exposición. así como el paso del tiempo, porque se muestra el reverso de la moneda, a la juventud y el esplendor de esos cuerpos se le opone la vejez en un guiño al Barroco. 

El título Unos cuerpos son como flores está extraído de un poema del libro Los placeres prohibidos (1936) donde Cernuda expone, sin tapujos ni falsos pudores, la amargura de la incomprensión de su inclinación amorosa. Los cuerpos pueden ser diversos pero todos sienten lo mismo, es el amor lo que los transforma y los hace humanos.Todos merecen su aprobación, aunque le hagan daño:

Unos cuerpos son como flores,
otros como puñales,
otros como cintas de agua;
pero todos, temprano o tarde,
serán quemaduras que en otro cuerpo se agranden,
convirtiendo por virtud del fuego a una piedra en un
hombre.

jueves, 12 de octubre de 2023

Horror, muerte y destrucción entre desinformaciones interesadas

"La nueva guerra entre el Estado judío y el movimiento islamista palestino Hamás está plagada de atrocidades, aunque también de medias verdades, exageraciones e informaciones directamente inventadas, pero reproducidas en redes sociales en un clima de polarización tal que se hace imposible informar e informase sin recibir toneladas de información contaminada de propaganda.



Con toda probabilidad habrás leído que militantes de Hamás han decapitado a 40 bebés durante una de las masacres perpetradas el sábado en varias localidades del sur de Israel. Mucho menos probable es que te hayas enterado de que esa información, publicada solo por un medio proisraelí y replicada incluso por Isabel Díaz Ayuso, no está confirmada ni siquiera por fuentes militares israelíes".

 https://www.publico.es/tremending/2023/10/11/el-hilo-que-desgrana-bulos-e-informacion-sobre-los-sucesos-en-israel-y-palestina/#md=modulo-portada-bloque:2col-t4;mm=mobile-medium

Aníbal Malvar Qué bulo y qué niño muerto 

Jorge Ramos Tolosa, Todo está en el contexto: cinco claves históricas y actuales para entender Palestina


Lo que nos faltaba, otro conflicto que termina en una guerra cruenta que servirá para que mueran muchos civiles y militares de los dos bandos. Las arcas de los vendedores y traficantes de armas se enriquecerán y subirán los combustibles. La historia se resume así: unos terroristas de Hamás con la probable ayuda de otros países se enfrentan al poder omnímodo de Israel, hartos de que el pueblo palestino sea maltratado desde hace muchos años en la cada vez más estrecha zona de Gaza. El horror, la muerte y la destrucción imperan por todas partes. Dejemos de perder el tiempo diferenciando a los buenos y los malos y busquemos una solución. Todos los palestinos no son terroristas y la venganza no es un derecho. Sólo me puedo acordar de lo que escribió mi paisano Miguel Hernández:

Tristes guerras
si no es amor la empresa.
Tristes, tristes.

Tristes armas
si no son las palabras.
Tristes, tristes.

Tristes hombres
si no mueren de amores.
Tristes, tristes.

         Cancionero y romancero de ausencias (1938-1941)


domingo, 8 de octubre de 2023

Las olvidadas poetas del siglo XVIII

 La editorial Ya lo dijo Casimiro Parker acaba de publicar «Poéticas. Antología de mujeres del siglo XVIII», continuando con su proyecto de visibilizar la poesía escrita por mujeres. "Esta antología sigue el camino que se inició con los dos primeros volúmenes de POÉTICAS, que corresponden a los siglos XVI y XVII, porque el olvido a las escritoras se ha producido durante toda la historia, y pretendemos recuperar parte de la literatura antes de perderla sin remisión".

Sor Gregoria Francisca de Santa Teresa

Sor Ana de San Joaquín

Teresa Guerra

Doña María Josefa de Rivadeneyra

Ana Verdugo y Castilla

Chicaba

María Nicolasa de Helguero y Alvarado

María Joaquina de Viera y Clavijo

María Gertrudis Hore

Rafaela Hermida Jurquetes

Xosefa Xovellanos

Ana María Espinosa y Tello

Clara Jara de Soto

Margarita Hickey

María Rosa de Gálvez

https://librujula.publico.es/poeticas-rescata-del-olvido-a-las-mujeres-poetas-del-siglo-xviii/#md=modulo-portada-bloque:4col-t1;mm=mobile-big


domingo, 21 de mayo de 2023

Narciso Gallego en la Feria del Libro, El tú esencial



Narciso Gallego firmará ejemplares de su nuevo libro El tú esencial en la Feria del libro  (caseta 142 el lunes 5 de junio de 19 a 21 horas). 

No es el yo fundamental
eso que busca el poeta,
sino el tú esencial.

                 Antonio Machado, Sentencias y  donaires  (2010)

Allí estaremos, querido amigo, acompañándote. 


En busca del tú esencial de Antonio Machado: Leer y releer a un autor "esencial"


En la España franquista, el primer contacto que tuvimos los de mi generación con Antonio Machado, que había sido silenciado por ser republicano, fue a través del disco de Serrat (1969). En los libros de texto no aparecía, en la facultad solo explicaban de pasada que era el puente entre Bécquer y la Generación del 27, fijándose más en su faceta modernista y simbolista. Como en otros jóvenes, sus poemas sembraron el germen de la literatura en mi vida.

Contraportada del libro 
La España de 2023, tan parecida a la de 1923, es un país de partidos que desconfía profundamente de los políticos, por eso resulta necesaria esta antología que ofrece una acertada selección de textos en prosa (correspondencia, prólogos, críticas..) y una aguda reflexión de su autor, Narciso Gallego, sobre el pensamiento del poeta filósofo con el propósito de leer y releer a un autor esencial que sigue siendo un referente actual.
Machado no es un poeta sencillo, en realidad es un poeta muy complejo; pero nadie como él explica los conceptos más abstractos y sus contradicciones con claridad, ironía y humor. Como progresista y liberal tiene una visión política y regeneradora de la sociedad, que hoy como ayer tanta falta hace. Se identifica con los problemas del pueblo, con el individuo donde está verdaderamente lo auténtico; pero no con la masa que puede ser manipulable por ciertas organizaciones políticas. Para ello se vale del uso de heterónimos o apócrifos (Juan de Mairena y Abel Martín): «Nunca estoy más cerca de pensar una cosa que cuando he escrito la contraria», lo que le lleva directamente a la tolerancia con el otro, la aceptación de los pecados o errores propios, a la esencial heterogeneidad del ser. Los apócrifos nos dicen lo que el poeta no se ha atrevido a decir con voz propia. 


viernes, 17 de marzo de 2023

17 de Marzo, primer Día del Cómic en España



Este viernes 17 de marzo se celebra en España el primer Día del Cómic y el Tebeo. La fecha evoca el comienzo de la publicación de la revista TBO, en 1917. Con este motivo El País lo celebra con el artículo Trece novelas gráficas para celebrar el día del Cómic y el Tebeo para recomendar algunas de las mejores historias publicadas en el último año. 

El cómic ha logrado ser considerado como una de las bellas artes, pese que su aparición es anterior en el tiempo a la fotografía y al cine. A las seis artes mayores clásicas (pintura, escultura, arquitectura, teatro-literatura, música y danza) se añadieron un séptimo arte: el cine, y un octavo: la fotografía.  



Josema Carrasco 

jueves, 9 de marzo de 2023

Las lavanderas en la literatura

Eusebio Pérez Valluerca. Lavadero del Manzanares,1887
 Las lavanderas tenían en el río un lugar de trabajo y un lugar de encuentro para socializar, mientras los hombres se relacionaban en la taberna, la plaza o el abrevadero. Frente al salón de té o la Iglesia, espacios de encuentro de las mujeres de clase alta, el lavadero se constituye en un entorno exclusivamente femenino para las clases populares. Como hemos visto en la entrada El trabajo de las mujeres: las lavanderas (8 de marzo), la imagen de las lavanderas ha sido muy utilizada en el arte, y también en las obras literarias de todos los tiempos, tanto en la literatura popular como en la culta. Por último, y dentro del arte musical debemos citar los libretos de zarzuela de los autores Ricardo de la Vega, Carlos Arniches o Miguel Ramos Carrión. en obras como Los baños inútiles (1765), El año pasado por agua (1889), El chaleco blanco (1890), El agua del Manzanares (1918), entre otros muchos ejemplos.

Canciones tradicionales referidas al trabajo de las lavanderas

En el mundo tradicional existe una presencia considerable del folklore asociado a las lavanderas que, desde la sombra y acompañadas de canciones y de bailes, mantuvieron uno de los pilares más importantes de nuestras vidas como es la higiene. Las canciones de lavanderas o del lavadero eran canciones de carácter popular referidas al su trabajo. Transmitidas oralmente, se cantaban mientras las mujeres trabajaban. Han quedado recogidas en distintos cancioneros, destacando los de la zona de Andalucía, Galicia y Cataluña (el Cançoner popular de Catalunya). Algunas frases hechas y refranes incorporados al acerbo lingüístico catalán perpetúan todavía el recuerdo esta actividad: "fer bugada", "fer sagareig"  que han sido señalados por diversos autores como sinónimo de bullicio, chismorreo, fisgoneo, pero también de limpieza. A ellos habría que añadir la frase "molta roba i poc sabó" como expresión de escasos medios para realizar una gran tarea, que incluso sirvió de título de un libro de relatos de la escritora barcelonesa Montserrat Roig publicada en 1971 (Mucha ropa y poco jabón... y tan limpia que la quieren).

Incluso muchos folcloristas piensan que las nanas y las canciones infantiles serían también “cantos de trabajo”. Todos conocemos la famosa canción San Serenín, un juego de "oficios" en el que se mencionan ocupaciones tratando de imitarlas con gestos:


San Serenín de la buena, buena vida.
Hacen así,
Así las lavanderas, así, así, así.
Así me gusta a mí.

 
Siglo de Oro

Como personajes bien definidos por su oficio y condición humana, las lavanderas aparecen en pleno Siglo de Oro de la mano de autores reconocidos como las escritas por Lope de Vega en las Rimas humanas y divinas del licenciado Tomé de Burguillos, la protagonista es una lavandera del río Manzanares, de nombre Juana –como la esposa de Lope, muerta en 1613–. También las describe Lope en su comedia La moza de cántaro (1618) con estas octavas reales:

Tomé el jabón con tanto desvarío

para lavar de un bárbaro despojos,

que hasta los paños me llevaba el río,

mayor con la creciente de mis ojos.

Cantaban otras con alegre brío,

y yo, Leonor, lloraba mis enojos;

lavaba con los mesmo que lloraba

y al aire de suspiros lo enjuagaba.

Los costumbristas

Bretón de los Herreros cultivó el artículo costumbrista en la línea de Ramón Mesonero Romanos, colaborando en el Semanario Pintoresco Español y en Los españoles pintados por sí mismos con la descripción de tipos humildes como las castañeras, las lavanderas y las nodrizas. Leed aquí, La lavandera, artículo que pretende ser gracioso y no lo es. 

Federico García Lorca

Aparte de las canciones de trabajo cantadas por las propias lavanderas, existía otra tipología de canciones, la que los muchachos cantaban para las lavanderas. Federico García Lorca en su Poema del cante Jondo: Lola, ya introduce una canción sobre una lavandera que lava bajo un naranjo en flor, con una estructura muy similar a la que desarrolla, años más tarde, en Yerma. Lorca sitúa en la tragedia de Yerma un coro de lavanderas cantando en el arroyo mientras lavan su ropa (Primera escena del acto segundo). Comentan la frustración erótica de la protagonista, a través, primero de un diálogo y después de una larga canción llena de simbolismo.

El mito de las lavanderas nocturnas

En el cuento Las lavanderas nocturnas, George Sand se hace eco del gusto romántico por las leyendas tradicionales y, en especial, por las de tinte esotérico. Aunque recoge otras historias, se centra principalmente en una muy trágica: la que narra cómo las mujeres que han matado a sus hijos se reúnen de noche, en torno a las fuentes para aterrar a los viajeros que pasan cerca.
Las leyendas de la lavandera del folclore moderno incluyen muchas consideraciones morales inspiradas en la religión cristiana: recordatorio de prohibiciones religiosas, expiación de los pecados por un alma inquieta, lavandera asimilada a criatura del diablo ... Según las leyendas bretonas, las lavanderas son fantasmas  solitarios, con rostro aterrador y generalmente dotados de gran fuerza o agilidad. Según las leyendas, guardan silencio o se dirigen al transeúnte, pidiéndole a veces ayuda para escurrir la ropa.

"A lavandeira de noite" es una canción popular gallega que Carlos Núñez versionó e incluyó en su disco Os amores libres, del año 1999, en el que participó la cantante Noa poniéndole voz.

Literatura realista

En la literatura realista podemos citar a Arturo Barea, Pío Baroja, Ignacio Aldecoa o a los numerosos costumbristas madrileños. Pío Baroja fue el primer intelectual en percatarse de la miseria de Madrid a comienzos de siglo XX. Pero observaba desde lejos, desde los puentes, el Manzanares al que describió como un “río feo, trágico, siniestro, maloliente; río negro que lleva detritos de alcantarillas, fetos y gatos muertos” y nos dio una visión pintoresca de las mujeres lavando entre ropa blanca tendida al sol: “En los lavaderos del Manzanares brillaban al sol ropas puestas a secar con vívida blancura". (La Busca, 1904).

Arturo Barea en su trilogía “La forja de un rebelde” (Buenos Aires, 1951) sí que nos contó las miserias de ese trabajo tan duro: “Yo sé lo que es ser el hijo de la lavandera. Sé lo que es que le recuerden a uno la caridad”. Representa el despliegue narrativo de la mirada de alguien que se indigna ante lo intolerable, que se rebela contra la pobreza que vivió en sus propias carnes. Madrid, verano de 1907, el escritor es un niño de nueve años que estudia en las Escuelas Pías de San Fernando, en el barrio de Lavapiés. Vive con su madre Leonor, viuda que trabaja como lavandera en el río Manzanares para sacar adelante a sus cuatro hijos, de los que Arturo es el benjamín. El libro empieza con una magistral descripción en un día de sol de las riberas del Manzanares. Para mí la trilogía fue todo un descubrimiento, el siguiente texto lo he utilizado muchas veces en clase. 

Capítulo I.

Los doscientos pantalones se llenan de viento y se inflan. Me parecen hombres gordos sin cabeza, que se balancean colgados de las cuerdas del tendedero. Los chicos corremos entre las hileras de pantalones blancos y repartimos azotazos sobre los traseros hinchados. La señora Encarna corre detrás de nosotros con la pala de madera con que golpea la ropa sucia para que escurra la pringue. Nos refugiamos en el laberinto de calles que forman las cuatrocientas sábanas húmedas. A veces consigue alcanzar a alguno; los demás comenzamos a tirar pellas de barro a los pantalones. Les quedan manchas, como si se hubieran ensuciado en ellos, y pensamos en los azotes que le van a dar por cochino al dueño. Por la tarde, cuando los pantalones están secos, ayudamos a contarlos en montones de diez hasta completar los doscientos. Los chicos de las lavanderas nos reunimos con la señora Encarna en el piso más alto de la casa del lavadero. Es una nave que tiene encima el tejado doblado en dos. La señora Encarna cabe en medio de pie y casi da con el moño en la viga central. Nosotros nos quedamos a los lados y damos con la cabeza en el techo. Al lado de la señora Encarna está el montón de pantalones, de sábanas, de calzoncillos y de camisas. Al final están las fundas de las almohadas. Cada prenda tiene un número, y la señora Encarna los va cantando y tirándolas al chico que tiene aquella docena a su cargo. Cada uno de nosotros tenemos a nuestro lado dos o tres montones, donde están los «veintes», los «treintas» o los «sesentas». Cada prenda la dejamos caer en su montón correspondiente. Después, en cada funda de almohada, como si fuera un saco, metemos un pantalón, dos sábanas, un par de calzoncillos y una camisa, que tienen todos el mismo número. Los jueves baja el carro grande, con cuatro caballos, que carga los doscientos talegos de ropa limpia y deja otros doscientos de ropa sucia.

Claudio Rodríguez,  A mi ropa tendida (Conjuros, 1958) 

 Claudio Rodríguez había escrito un poema sobre las lavanderas en el río, pero cuando se lo mostró a Vicente Aleixandre, este le dijo: “Este poema no trata de la ropa, trata del alma”. Daba así un simbolismo transcendental a la humildísima tarea de aquellas mujeres, muertas de frío, que nos permitían recuperar la blancura

(El alma)
Me la están refregando, alguien la aclara.
¡Yo que desde aquel día
la eché a lo sucio para siempre, para
ya no lavarla más, y me servía!
¡Si hasta me está más justa¡ No la he puesto
pero ahí la veis todos, ahí, tendida,
ropa tendida al sol. ¿Quién es? ¿Qué es esto?
¿Qué lejía inmortal, y que perdida
jabonadura vuelve, qué blancura?
Como al atardecer el cerro es nuestra ropa
desde la infancia, más y más oscura
y ved la mía ahora. ¡Ved mi ropa,
mi aposento de par en par! ¡Adentro
con todo el aire y todo el cielo encima!
¡Vista la tierra tierra! ¡Más adentro!
¡No tenedla en el patio: ahí en la cima,
ropa pisada por el sol y el gallo,
por el rey siempre!

He dicho así a media alba
porque de nuevo la hallo,
de nuevo el aire libre sana y salva.
Fue en el río, seguro, en aquel río
donde se lava todo, bajo el puente.
Huele a la misma agua, a cuerpo mío.
¡Y ya sin mancha! ¡Si hay algún valiente,
que se la ponga! Sé que le ahogaría.
Bien sé que al pie del corazón no es blanca
pero no importa: un día...
¡Qué un día, hoy, mañana que es la fiesta!
Mañana todo el pueblo por las calles
y la conocerán, y dirán: «Esta
es su camisa, aquella, la que era
sólo un remiendo y ya no le servía.
¿Qué es este amor? ¿Quién es su lavandera?»

Ignacio Aldecoa, cuentos 

Puente de Segovia

Josefina, la esposa de Ignacio Aldecoa en el prólogo de Cuentos Completos comenta que en la década de los cincuenta vivió cerca el sitio de las lavanderas con sus tendederos en el Manzanares que había sido ocupado por chabolas hasta que se canalizó para reutilizar los márgenes para la construcción residencial. Muchos escritos suyos de esa época nos acercan a las penurias del Madrid de la posguerra. Aun así, algunas mujeres seguían yendo a lavar como nos muestra la fotografía de José Pastor, fotoperiodista que trabajó en el diario Arriba, que se puede fechar en la década de 1960.



Elena Poniatowska: “Las lavanderas”

El relato “Laslavanderas”, pertenece a la colección de cuentos “De Noche Vienes” (1979) el propósito del texto, es dar voz a los sin voz, dar la palabra a las mujeres mejicanas excluidas del discurso social y así denunciar las condiciones de su trabajo


Carmen Gallardo, La reina de las lavanderas (2012)

Esta novela histórica nos relata la vida de María Victoria dal Pozzo que se casó con el príncipe Amadeo de Saboya. El destino hizo que los dos se sentaran en el trono de España, tras la expulsión de Isabel II, desde 1871 a 1873. Extranjera en una tierra que no supo valorarla, soportó los amoríos de su marido, las humillaciones de la aristocracia y el perpetuo temor a un atentado. Aun así, se entregó a la sociedad que la rechazaba y fundó la primera guardería, el asilo de las lavanderas. Pocos días después de dar a luz a su último hijo, perdió la corona. Murió a los veintinueve años en Italia consumida por la tuberculosis. María Victoria fue una reina efímera, desconocida, culta y virtuosa en un país convulso e inestable. Esta es su visión de las lavanderas:

«Iban ensimismadas en su charla mientras dejaban atrás el recinto palaciego…  cuando el ruido de un carruaje las hizo volver la cabeza. Vieron un mar de ropas tendidas moviéndose al ritmo del suave viento… repentinamente surgieron tres críos que venían exhaustos. No tendrían más de seis o siete años y tras ellos renqueaba uno aún más pequeño, todos parecían cubiertos de aguas negras y de barro…». «¿Cómo ser reina de un pueblo que pasa tanta miseria? ¿cómo no solventar la penuria de quienes parecen olvidados de la mano divina?… Esas criaturas necesitan cuidados y protección mientras sus madres buscan el sustento».


Begoña M.Rueda, Servicio de lavandería

También me gustaría referirme a Begoña M. Rueda, poeta y lavandera que ha ganado el premio Hiperión (Servicio de Lavandería, 2021), gracias a su poemario sobre su trabajo en el Hospital Punta de Europa de Algeciras. Ella conoce mejor que nadie este oficio, ahora rodeado de máquinas.


En la lavandería del hospital donde trabajo

la ropa de los enfermos, la ropa

de los que o regresan de la úlcera

o se dejan amarillear por la muerte,

se amontona en bolsas a las siete de la mañana.

Dos lavadoras industriales

bastan para blanquear la ropa de las heces

y de la sangre que podría ser mi sangre, mi miseria

podría ser, algún día, un camisón

cubierto de vómito

de los que una vez lavados lucen como nuevos,

bendita sea mi vida, bendita mi salud.

En los jardines de la Virgen del Puerto (Madrid Río) se han recreado los antiguos lavaderos que existían en este lugar, mediante la construcción de cuatro fuentes longitudinales de granito con forma de lavadero. Las fuentes son muy estilizadas y  minimalistas pero con su belleza no reflejan la dureza del Manzanares y falta el recuerdo de esas mujeres que se dejaron la salud para que otros viviesen mejor. No hay ningún rastro de esta historia de sabañones, bronquitis y trabajo compartido.


Por último, tengo que decir que esta entrada es sólo una aproximación a un estudio que me parece muy interesante, seguro que faltan muchos datos y nombres.
 Aquí lo dejo por si a alguien le interesa o le puede servir.

miércoles, 20 de abril de 2022

Rafael Duyos: La Chata en los toros, Romance de la infanta Isabel


Fui niña de tele y no de radio, así que tengo un vacío en lo que se refiere a cultura radiofónica. De ahí mi sorpresa al escuchar estos días por primera vez el Romance de la Chata, que se aprendió de memoria un amigo de tanto oír la versión del actor Alejandro Ulloa. Tampoco sabía nada de su autor, el poeta, médico y sacerdote Rafael Duyos (Valencia, 1906-Requena,1983). En Madrid estudió el bachillerato y Medicina, especializándose en cardiología. Durante la República dirige Murta, una revista poética valenciana en la que colaboraban Max Aub, Juan Gil Albert, con dibujos de Josep Renau. Pasó la guerra en Tánger y desde 1942 se instaló de nuevo en Madrid, publicando nuevos libros de poesía y escribiendo teatro, cine, zarzuelas, pasodobles y canciones. Perteneció al grupo de poetas titulado Alforjas para la Poesía, fundado por Conrado Blanco con el que recorrió toda la geografía española. Después del fallecimiento de su esposa, con la que tuvo seis hijos, fue ordenado sacerdote por el cardenal Tarancón y ejerció como tal en la iglesia de Los Dolores en San Bernardo. De nuevo Píndaro español le definió Manuel Machado en el prólogo a sus romances taurinos. El amor, los toros, la guerra civil, los sentimientos religiosos, son sus temas líricos. “Es un médico poeta, rapsoda más que galeno, recita más que receta”, decían de él. Lo extraño es que este romance costumbrista haya sido compuesto en los años 50, veinte años después de la muerte de la infanta Isabel, pero no deja de tener su gracia. 

Isabel de Borbón (Madrid, 1851-París, 1931) conocida popularmente con el apodo de «La Chata», fue nieta, hija, hermana y tía de reyes; y dos veces princesa de Asturias y heredera al trono. Obligada por intereses de Estado, se casó en 1868 con su primo Cayetano de Borbón, que agobiado por su enfermedad mental, se suicidó poco después. Tras el derrocamiento de Isabel II en 1868, vivió en el destierro en París, viajando por toda Europa. Fue un personaje fundamental en la Restauración de su hermano Alfonso XII y regresó con él a Madrid en 1875. Tras la muerte de Alfonso XII en 1885, supuso un gran apoyo moral para la Regencia de María Cristina y participó decisivamente en la educación de su sobrino Alfonso XIII. La infanta fue muy querida y popular entre los madrileños incluidos los republicanos. La Chata, marginada en la sucesión al trono por ser mujer, es una personaje por descubrir porque fue mecenas de la música, la literatura y el teatro y ejerció también una importante labor de beneficencia. En su honor se construyó en 1857 el Hospital de La Princesa en el Paseo de Areneros (actualmente calle Alberto Aguilera) y da nombre a la calle que une la plaza de Moncloa con la plaza de España. El antiguo paseo de Atocha, entre la plaza del Emperador Carlos V y el paseo de María Cristina, para evitar la coincidencia con la calle del mismo nombre, se llama desde 1939 Paseo de la infanta Isabel. Por lo tanto tiene dos calles dedicadas a ella y un monumento en el Parque del Oeste.  

Victoria Federica de Marichalar y Borbón
Supongo que este ha sido el modelo aristocrático que han seguido otros borbones: el emérito rey Juan Carlos, cercano y dicharachero, su hermana Mercedes, así como su hija Elena y, ahora, la nieta, Victoria Federica; además de otras políticas españolas conservadoras como Esperanza Aguirre e Isabel Díaz Ayuso. Se acercan al Madrid castizo del siglo XIX, perpetuado por el desparpajo de los libretos de las zarzuelas y basado en la defensa de las costumbres tradicionales en torno a la religión: toros, procesiones, verbenas y otros festejos populares. 

La conexión entre la aristocracia y el pueblo no deja de sorprenderme, en la época en la que se defiende la democracia, los privilegios vuelven a estar por encima de los méritos.  “En la sociedad actual la aristocracia sigue siendo un valor en alza”, opina el aristócrata disidente Iñigo Ramírez de Haro, marqués de Cazaza en África, que en su reciente libro La mala sangre (Ediciones B) hace una crítica despiadada a su familia, la Casa Bornos, y a su estamento en general. “La mayoría ni son empresarios influyentes, ni artistas de éxito, algunos no aportan nada a la sociedad y quieren vivir de herencia y nostalgia, pero siguen copando el interés del público. Que estén de moda tiene que ver con un retorno a los valores tradicionales que hace unos años era impensable”, dice el marqués*.

Irene Mira Serrano, La trágica vida de «la Chata»: la Infanta de Borbón querida hasta por el Madrid republicano

*Sergio C. Fanjul,  Un retorno a la tradición antes impensable: Cómo la aristocracia ha reconquistado la escena pública española


 "La Chata en los toros" de Rafael Duyos, con anotaciones manuscritas (Archivo Carlos Fernández Shaw)

jueves, 14 de abril de 2022

Ángel Guinda: Restitución a la III República

 «Restitución»

En nombre de la sed, el hambre, el fuego,
en nombre de la luz y las tinieblas,
en nombre de las nubes y del suelo,
en nombre de la sangre acribillada,
que vuelva al pueblo lo que es del pueblo.

En nombre de la paz y la paciencia,
en nombre de lo efímero y lo eterno,
en nombre de las piedras y del aire,
que vuelva al pueblo lo que es del pueblo,
en nombre del presente y del futuro.

En nombre de lo mínimo y lo inmenso,
en nombre del silencio más atroz,
en nombre de la fuerza del deseo,
en nombre de las calles y el placer,
que vuelva al pueblo lo que es del pueblo.

Ciegamente, con el puño en el sol,
en nombre del relámpago y del trueno,
en nombre de la historia del dolor,
hablo al destino, pienso, lloro, impreco,
escribo a viva voz: ¡Restitución!

 ¡Restitución! 

                                     Ángel Guinda (2018)

lunes, 21 de marzo de 2022

Día Mundial de la Poesía: Toda la luz del mundo

La primera vez que la UNESCO propuso celebrar el Día Mundial de la Poesía fue el 21 de marzo de 1999. El principal objetivo de celebrar este día era apoyar y fomentar la diversidad lingüística mediante la creación poética, así como visibilizar aquellas lenguas que  se encuentran en peligro de desaparición. El día mundial de la poesía es el día perfecto para hacer homenajes a nuestros poetas favoritos haciendo lecturas de sus obras, recitales… La Poesía se considera una de las formas más preciadas de expresión y forma lingüística de las personas que definen nuestra identidad y nuestro paraje cultural.  Este tipo de escritura se ha practicado a lo largo de la historia en diferentes partes del mundo, en todos los continentes, mostrando nuestros valores en común.
Buen día para releer Toda la luz del mundo de Ángel Guinda. Cierra los ojos para ver, abre los ojos para que amanezca. 

foto de David Francisco 



                                             Viens avec moi dans la vie

                         Yves Klee

Luce pura absoluta

                            Piero Manzoni

 

Donde crece la hierba aguarda tus caricias

El mundo de la luz es de otro mundo

Entro en tu cuerpo como en un museo

Tu piel es la profundidad de mi deseo

He cerrado los ojos para ver

Bajo la escarcha de tu  piel un vendaval de soles

Para saber qué es la lejanía he llegado a este mar

Hace la luz más aire el aire del jardín

Tu mirada incinera la basura del mundo

Tu cuerpo desnuda la belleza del fruto

Que laberinto la luz

Lo inalcanzable me hace señales desde el horizonte

Mancha la luz tu luz

Toda la luz del mundo pasa por tu mirada

Con antorchas de frutas trajiste la mañana

Nieva sobre el rubí

Te amo mortalmente: para resucitar

Voy por la casa apartando sombras porque falta tu luz

¿Qué es toda la luz del mundo comparada con el mundo de la luz?

Hacia la plenitud de un gran claro que llega

En pie todo el resplandor de los ocasos

¿Sólo el adiós acerca?

La luz hace la luz, que en más luz se deshace

Si tus manos se callan, ciegas volverán todas las cosas

Abre los ojos para que amanezca

                                                              Ángel Guinda (Olifante, 2008)

Libro de poemas de un solo verso, Toda la luz del mundo está traducida a las lenguas de los países que componen la Unión Europea.